Los partidarios de una dieta adecuada, dicen que esta debe seguirse de por vida para mantener los resultados. Una buena y adecuada dieta puede ser relativa, así que es, por eso, por lo que vamos a ofrecerte lo que una dieta a largo plazo debe ser para ayudarte en la pérdida de grasa.
1.- No te tomes tu dieta como una «dieta»
Estar a dieta no quiere decir restringir la ingesta de alimentos para poder bajar de peso, ya que una dieta, como tal, puede tener diferentes propósitos. Básicamente, una buena definición de dieta sería la de «un conjunto de principios a seguir y una lista de alimentos que debes y no debes consumir». Muchos son los que se asustan al empezar una dieta porque piensan que esto significa privarse completamente de algo.
Pero esto es algo que no debería ser así. Si vas a empezar una dieta, lo mejor que puedes hacer es asociar esta palabra con dieta saludable. Es decir, con crear un menú que te permita mantener una buena forma física.
¡Cambia tu relación con la comida y no tendrás que sufrir al hacer dieta!
2.- Conoce las diferentes rutinas alimenticias
Cada tipo de dieta te va a dirigir a las opciones de alimentos más saludables mediante la manipulación del número de porciones y las calorías que puedas ingerir. Gracias a estas rutinas, lograrás alcanzar tus objetivos específicos de fitness.
3.- Ten en cuenta de qué tipo es tu cuerpo
En la clasificación básica del tipo de cuerpo de las personas, existen 3 tipos:
Ectomorfo: son aquellas personas con un metabolismo rápido y una alta tolerancia a los carbohidratos. Necesitan carbohidratos altos y cantidades moderadas de proteína y grasa.
Mesomorfo: es el tipo de cuerpo más equilibrado. Son aquellas personas que ganan músculo pero sin ganar exceso de grasa. Para la persona mesomorfa, la dieta que mejor funciona es la que contiene carbohidratos complejos, grasas saludables y proteínas.
Endormorfo: son aquellos que tienen un metabolistmo lento. Ganan músculo pero también una buena cantidad de grasa que les cuesta mucho perder. Deben consumir cantidades moderadas o bajas de carbohidratos y cantidades suficientes de proteínas y grasas.
4.- No debes llevar a cabo una privación completa de alimentos
Seguir una dieta saludable, no quiere decir que debas excluir la ingesta completa de ciertos alimentos. Por ejemplo, en cualquier dieta, no debes excluir, de forma completa, algunos alimentos como: queso, huevos, sal, mantequilla, carne roja, cereales o cualquier alimento considerado como malo. Tan solo deberías ajustar las cantidades de dichos alimentos.
5.- Escucha las señales de tu cuerpo
Para saber qué tipo de alimentos debes comer en cada momento, tienes que conocer las señales de tu cuerpo y lo que quieren decirte. Si tienes hambre, quiere decir que tu cuerpo está saturado; si sientes bienestar, la fatiga está presente en tu cuerpo y, por último, la comodidad, indica una incomodidad del tracto digestivo.
Así, por ejemplo, su tu presión arterial baja tras una comida y sientes sueño, deberías cortar la ingesta de carbohidratos mientras que si tienes hambre todo el tiempo, deberías añadir en tu dieta un poco más de grasa.
6.- Sé flexible
Una de las premisas básicas para llevar bien cualquier tipo de dieta a largo plazo es ser flexible y darte caprichos. Para ello, lo mejor es seguir la regla 80/20. Pero, ¿en qué consiste dicha regla?
Básicamente, se basa en que el 80% de la ingesta de calorías diarias provenga de alimentos saludables mientras que el 20% de calorías tenga que ver con «comida basura».
Lo que está claro es que una dieta a largo plazo debe ser una forma de vida y que la debes construir de la forma más fácil posible para llevarla siempre a cabo sin abandonarla por aburrimiento.
Deja una respuesta